Finalmente, el motivo principal por el que nos habiamos desplazado hasta Tokyo, ha comenzado. Esta mañana, a eso de las 7:30, hora local, hemos iniciado camino a la Kai. Tal y como suponiamos, los viajes en la Saikyo Sen y la Yamanote Sen, han sido de lo más divertidos. Hemos sufrido los rigores de la hora punta Tokyota, pero los hemos sobrevivido. Tengo una serie de videos sobre toda esta aventura, pero hoy, por falta de tiempo, no van a poder ser colgados.

Como habiamos previsto, hemos llegado muy bien de tiempo y no ha habido prolemas para encontrar nuestra aula. Finalmente el segundo nivel tiene 2 clases por motivos de aglomeración y en la mia somos 2 barceloneses y una lleidatana, una chica y un chico venidos de alemania, un frances y un chica de Singapur, esta última friki de Ghibli. Además aun deberían aparecer 2 caras más, pero hoy no se han presentado.

¿Queréis saber que tal las clases? Pues bien y mal. Aunque puedo entender perfectamente que se cuenta la profesora, tanto drama visto tenia que servir de algo, y mi nivel de gramatica y tertulia están parejos con la mayoría de la clase, en Kanji estoy muy flojo, ya que sin avisar, dan por hecho que te sabes una cantidad de 63 que yo almenos no me se. Aquí es donde entra mi autentica aventura y lo que me retendrá pegado a un libro y una hoja de papel durante muchas tardes. Por lo demás, todo bien y muy buen rollo con los compañeros y las profesoras.

Enre clase y clase me he bajado al piso de abajo para tertuliar con Digipure y con Laura, tertulias a las que se ha unido Esther, la chica de Lleida. En ellas renegabamos en grupo, excepto Digi que está tan conteto, del nivel que había en nuestras clases y gracias a estas terapias de grupo, nos quitabamos un poco los temores individuales de encima diciendonos entre nosotros aquello de: "Tu eres mejor que yo" ^___^.

Al finalizar las clases, nos hemos unido con Carlos, al que no habiamos visto en ningún cambio de clase y que estaba también un poco acojonadillo con el tema de los kanji. De paso hemos saludado a David, que a diferencia de nosotros, hace el curso de tarde. Tras esto, los cinco nos hemos dirigido a Shinjuku y alli, en un Matsuya, como no, hemos comido tranquilamente.

A partir de aquí el plan era volver a casa a estudiar, pero como nada sale como esta previsto, finalmente hemos comenzado la tarde visitando Akihabara. No, no es que el frikismo nos llamará, hemos acabado allí porque queriamos comprar unos traductores electrónicos y las tiendas que Hide nos mostró días antes, eran ideales para tal fin. Nada más llegar, Carlos nos ha abandonado pués había quedado allí con un amigo. Por desgracia, la tienda que buscabamos, estaba cerrada, pero eso no ha sido impedimento para que Esther acabará comprandose uno en el inmenso Yodobashi Camera de Akiba. Con ello y unos nuevos straps para nuestros móbiles, el de Laura y el mio, Digipure sigue sin poder adquirir su adorado teléfono, hemos regresado al hogar.

Pero nuevamente no todo sale como uno quiere y cuando estabamos en Ikebukuro listos para emprender camino a Itabashi, Hide me ha llamado al móbil y hemos acabado quedando con él en Shinjuku. No nos ha ido mal el asunto, además de tertuliar con él, nos ha mostrado una interesantísima tienda para comprar libros de texto y diccionarios de japonés, así como una cadena de restaurantes de comida japonesa muy barata y donde te ofrecen tanto cantidad, como variedad.

Por todo esto es por lo que ahora mismo, 11 de la noche en Japón, un servidor tiene que meterse a repasar Kanji como un Oni e irse a dormir a eso de la 1 para mañana levantarse a las 6:45. Realmente ahora entiendo el porque hay tanto japones que duerme en los trenes...ellos también se acuestan tarde para repasar Kanji, sinó es imposible que retengan tantos en sus cabezas, por muy japoneses que sean ^___^. Así pués, por hoy nada más damas y caballeros, os dejo una foto más de Sakura, el comodín perfecto para estos días sin imagen propia.