lunes, julio 03, 2006

 

Hong Kong


Aprovechando una serie de afortunadas coincidencias, esta semana pasada he pasado 5 días en Hong Kong, lugar al que siempre he querido ir. A pesar de la cercanía, tanto la cultura como el tipo de ciudad es totalmente diferente a Japón.

Si Japón ya esta lleno de edificios altos, tanto de oficina como de viviendas, allí cualquier edificio que tenga menos de 15 plantas es raro... Además, Hong Kong es un territorio bastante limitado, por lo que no hace falta recorrer grandes distancias para verlo todo.

Eso sí, ahora entiendo porque es verano es temporada baja, como buen clima sub-tropical, hacia un calor y humedad altísimos, muchos mayores de los de aquí. Cuando al llegar al areopuerto el piloto anunciaba una temperatura exterior de 36 grados no nos lo podíamos creer... ¡a las 10 de la noche! Y eso unido a la humedad y los, digamos olores de la ciudad, hacen que no sea muy agradable caminar por la calle (Koshiro, no vayas a Hong Kong en verano). Parece que esa temperatura tan exagerada era provocada por un tifón de grado 1, que solo trajo calor consigo, los demás días fueron un poco más 'fresquitos'.

En fin, por ahora os dejo un par de fotos, más adelante escribiré sobre alguna cosa en concreto. Siento no haber escrito mucho últimamente, pero entre los examenes, el viaje y otros asuntillos, no he tenido mucho tiempo.

 

Esto no es una Suica...

Proximamente, más...

domingo, junio 04, 2006

 

Una tarde en el baseball

Gracias a una comapañera de clase, recibimos un par de entradas para ir a ver un partido del 'otro' equipo de Tokyo, los Yakult Swallows. Dado que recibimos las entradas un poco por sorpresa, tuvimos que dar un poco de vueltas para localizar donde estaba el estadio (al final llegamos casi 20 minutos tarde). Como no podía ser menos, el estadio estaba justo al lado de un restaurante que estuvimos comiendo hace unas semanas, pero los edificios impedían verlo. Al llegar, descubrimos que por una vez los asientos estaban muy bien situados, justo al lado del bateador.

Estabamos justo en la zona donde se acababa la red, por lo que más de una pelota caía hacia nuestro lado, y entonces, un grupo de gente se lanzaba a atrapar la pelota con sus guantes. En ese grupo había de todo, desde niños, hasta kaishains trajeados; con su guante incluido.

Después de la 6 entrada, cuando el equipo local ganaba 7 cero (y tras 3 Home Run), decidimos dejar el estadio, ya que estaba todo decidido y llevabamos mas de 2 horas de partido (¡que pasaron volando!).

P.D.: A ver si mirais quien firma los posts ^o^.

martes, mayo 30, 2006

 

Esto no es el Starbucks de Plaza Cataluña...


Pues eso.

domingo, mayo 28, 2006

 

Recogiendo hoja de té a los pies del Fuji





La semana pasada nuestra clase fue invitada a visitar la casa de Onoda-sensei en un pueblecito cerca de Gotemba, a recoger hoja de té y luego una barbacoa. El viaje empezó en la estación de Shinjuku, en la parada de buses de Tokyu. Pasadas un par de horas, el desayuno y un atasco al salir de Tokyo, llegamos a la estación de Gotemba, a los pies del Fuji. Alli nos encontramos con nuestra profesora y continuamos el viaje hasta su pueblo en su coche y en el de unos amigos suyos. Por desgracia, y aunque hacia buen tiempo, unas molestas nubes impedían ver el Fuji.

Fuimos primero directamente al campo, a recoger hoja té. Después de una hora en la que vaciamos una hilera de arbustos, nos dirijimos nuevamente en coche a casa de Onoda-sensei. Esta situada en una zona de campos, y cuenta con un inmenso porche, donde ibamos a preparar la barbacoa. Ese día pude probar mitad de barbacoa estilo japones (con carne de cerdo, salchichas y yakisoba principalmente) y muchos platos coreanos, que las chicas de nuestra clase (la mitad de la clase son coreanos) habían preparado. Por mi parte, y dado que es mejor no probar nada cocinado por mi, llevaba una botella de cava Freixenet, que había encontrado en una tienda de Shibuya.

Después de la interminable comida, salímos a dar un paseo por el campo que rodeaba la casa de Onoda-sensei. Era uno de esos inmensos y humedos bosques japoneses, con muchos arboles cerrando el paso. Por suerte, todo el camino que recorrimos fue por una zona medio asfaltada. Eso si, la nota curiosa del paseo fue que, en casi el punto mas alto del recorrido, una de las chicas descubrió una gran serpiente en mitad del camino asfaltado; la cual se retiró sigilosamente antes de que pudiera hacerle una foto...

Después del paseo nos volvieron a llevar en coche hasta la estación de Gotemba, donde nuestro autobus se había retrasado por culpa de un atasco a la salida de Tokyo. Claro que ese atasco no era nada comparado con el atasco de entrada. Al final la hora prevista de llegada a las cinco de la tarde se convirtió casi en las nueve.

Finalmente, para completar el día, unos cuantos fuimos a cenar al restaurante de una compañera coreana, cerca de Shinjuku.

Un día realmente completo. Por primera vez he viajado por una autopista japonesa; y es decepcionante que, durante la mayor parte del camino, la vista del paisaje quede tapada por unas protecciónes que practicamente impiden ver nada más que al frente. Entre eso y el atasco, creo que hubiera sido mejor viajar en tren, pagando un poco más. Pero en fin, lo que decía, un día completo.

P.D.: ¿Alguien hecha de menos los posts en este blog?

sábado, mayo 20, 2006

 

Sol, humedad, la universidad de Chuo y....¡¡lluviaaaaaa!!

Hoy el dia ha amanecido con la invitacion de una amiga nipona para ir a ver su universidad. Ademas de eso el sol tambien nos ha recibido hoy con la mejor de sus sonrisas, pero con la compañia de la siempre maldita humedad, esa de estilo veraniego que tanto odiamos muchos.

La visita a la universdad de Chuo, ubicada a mas de media hora de Tokyo, pillando una linea de Keio y despues un monorail, ha sido bastante entretenida. Ver como es una universidad japonesa, inmensa ella, no esta de mas. Incluso su propio Mcdonalds tiene dicha universidad, lo que ya os sirve de guia para ver su tamaño.

Lo peor ha sido el insoportable calor humedo que nos ha querido acompañar, ni las sombras casi nos salvaban de una certera muerte por calor. Despues de comer en la prpia universidad y perrear un poco en una sala con un ambiente mas fresquete, hemos pillado el camino de regreso al hogar. De por medio hemos parado en Takahata, un pueblo con un templo bastante importante y que realmente bien ha merecido su visionado.

Ya en Shinjuku nos hemos topado con la sorpresa del dia. Hemos entrado en una 100 yen shop con un sol radiante. 15 minutos mas tarde, la lluvia encabronada nos ha recibido con los brazos abiertos. De mes de lluvias nada, Japon cuenta ya con el trimestre de lluvias. Gracias cambio climatico, gracias humanidad. Venga, hasta la proxima majetes, por hoy esto es todo

viernes, mayo 19, 2006

 

Sigue lloviendo

Cuanto tiempo sin oir hablar de vosotros ^___^. Por aqui todo sigue su curso, llueve, como viene siendo habitual y seguimos acudiendo a las clases. Si algun dia deja de llover, esperamos poder hacer el turista, pero hoy por hoy, se hace complicado. Asi pues nada mas, han sido 4 lineas, pero han sido profundas. Espero que algun dia en que tenga mas tiempo pueda poneros algo mas. Saludos y hasta la proxima.

P.D.: Aprovecho la ocasion para enviar un saludo a una lectora que sabemos que nos echaba de menos. Benvolguda senyora Lourdes: su PC no esta esta estropeado ni tiene problemas para actualizar blogs. La razon por la que esto no se actualizaba es que somos mas vagos que su hija, que ya es decir. Deseamos de todo corazon que dia a dia siga usted visitando este humilde blog que de vez cuando recordamos que hay que actualizar. Asi pues, un cordial saludo.

sábado, mayo 06, 2006

 

Resumen de los últimos días, última entrega

Un templo en el monte Takao


Vistas a bordo del telesilla del monte Takao


Vista del Rainbow Bridge desde Odaiba
La linea Sobu a su paso por Ochanomizu


Pues si mis querid@s frikis, en principio hoy es el ultimo día que actualizo este blog, al menos desde aquí. Mi estancia en Japón se marchita cual pétalo de sakura en Mayo, y de aquí a 30 horas ya estaré en el avión de vuelta a casa. Mañana toca última visita a Akihabara y despedida por la tarde en algún karaoke de Shibuya. Pero antes, os cuento un poco por donde me he perdido estos días….

El sábado por la tarde fui con Digipure a frikear por Shinjuku. Ya que estábamos, aprovechamos y nos pasamos por la tienda de Square-Enix. En el blog de Digipure tenéis el post correspondiente sobre esto.

(Lapso de días sin nada digno de contar en este blog)

El miércoles me fui por el centro de la ciudad, concretamente por los alrededores de la estación de Ochanomizu (literalmente: agua de té xD). Allí pude ver un par de templitos y luego me fui al museo del transporte, muy listo por mi parte ya que llegué justo cuando cerraban…. bueno, como mínimo pude hacer una foto del exterior, con ese tren bala serie 100 y esa locomotora de antaño pegados literalmente a la pared.

El jueves estuvimos en Odaiba (que recuerdos), la isla artificial urbanizada hace pocos años situada en la bahía de Tokio. Estuvimos comiendo Okonomiyaki en un restaurante bastante popular, a juzgar por las colas que se formaban. Después de las visitas a las ya típicas atracciones del lugar, la noche cayó y nos deleitamos con las vistas nocturnas de Tokio desde dicho sitio.

Hoy yo y Takumi hemos quedado con Pablo para ir de excursión al monte Takao, algo así como un Montserrat de Tokio pero más bajito y sin rocas gigantes con forma de huevo. Tras una horita de tren desde Shinjuku con un expreso de la línea Keio, finalmente llegamos a Takaosanguchi, usease la estación más cercana a dicho monte. Desde allí, funicular o telesilla, dos opciones a elegir, (bueno en realidad había una tercera, subir los 599 m a pata, opción descartada desde el principio por cuestiones de tiempo y, porque no decirlo, que hacia un calor considerable).
Finalmente, y tras percatarnos que ambas colas eran igual de kilométricas, optamos por la opción telesilla, aventureros que somos, que no se diga. No sin motivo, pues los telesillas en cuestión no tenían ni barra de seguridad ni nada, será que los japoneses no las necesitan, digo yo. Tras una ascensión considerable en unos breves minutos, continuamos hasta la cima a pié, pasando por un par de templos y diversas estatuas, farolillos y demás decoración nipona. Una vez en la cumbre, nos hicimos un par de fotos chorras, durante los cuales digamos que como unos 30 japoneses nos miraban como si fuéramos una atracción más. Y no va en coña. Incluso el público nos pidió fotos con ellos.

Después de nuestra actuación estelar, iniciamos el descenso por un camino diferente, está vez pasando por en medio del bosque, hasta el telesilla asesino y de vuelta a Shibuya, donde se nos unió Digipure para frikear por el lugar, léase visitas al Mandarake del barrio y al book-off de Harajuku. Allí me despedí de Pablo hasta Dios sabe cuando (ya que en principio no volverá por Barcelona hasta como mínimo el año que viene), y volvimos al que ha sido mi hogar durante estas últimas tres semanas: Motohasunuma.

Mañana será aún más duro: despedirse de las viejas amistades, y las nuevas, fruto de este tercer viaje a tierras niponas. Saber que algunas no volveré a verlas en mucho, mucho tiempo. Decir de nuevo adiós a esta peculiar tierra en la que tantos buenos momentos he pasado y a la que, seguro, volveré tarde o temprano. Y a mis inigualables compañeros de piso: Digipure y Takumi. Hasta pronto, familia. Fue bonito mientras duró.

Sayonara Japan… o mejor, matane….

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